Como crear una ducha a tu medida, con otra cortina, alfombra antideslizantes, rejilla y jabonera, usando los accesorios para la ducha de Koh-i-noor.
¿Cuántas veces sucede que al poner la clásica porción de champú en la mano, no sabes dónde apoyar el frasco? ¿Y Cuántas veces ha sucedido de tener que cogerse de la cortina de la ducha para evitar caerse? Muchos son los accesorios para la ducha que se pueden usar para prevenir accidentes e inconvenientes mientras que uno trata de relajarse bajo un agradable chorro de agua caliente.
Alfombras antideslizantes para ducha
El primer accesorio imprescindible para el plato de ducha es la alfombra antideslizante. Las clásicas alfombras con ventosas que se adhieren directamente a la superficie del plato de ducha son una de las opciones más funcionales. Se trata de excelentes soluciones porque las ventosas evitan que la alfombra se mueva y son cómodas e higiénicas. Los materiales con los que se fabrican son normalmente anti moho y es posible también pueden lavarlas en la lavadora. Las clásicas alfombras blancas llevan a cabo de una función también estética. El color neutro tiende a confundirse con la cerámica del plato de la ducha, evitando así que sean demasiado visibles. Si se prefiere evitar por razones estéticas, se pueden elegir las alfombras trasparentes de goma termoplástica. Estos accesorios para la ducha son prácticamente invisibles, a menos que se mire en modo directo el plato de ducha.
Cortina de la ducha
Un elemento que no debe faltar en el equipamiento de una ducha es la cortina. Es suficiente instalarla para evitar la peligrosa salpicadura de agua o jabón que se forma en el suelo cada vez que alguien se ducha. Las cortinas clásicas con anillas son las ideales. Es posible regular apertura y cierre y se consigue un agradable efecto estético. La gran variedad de opciones en relación con diferentes colores, diseños y materiales permite también de combinar las cortinas con otros accesorios y con la propia decoración del baño.
Otro de los accesorios para el baño realmente importante es el contenedor para el champú y para el jabón. Las posibilidades y opciones son diversas. En el caso que no se quiera perforar la pared, se pueden adoptar unos contenedores sin taladro. Es decir unos contenedores con adhesivo. Los adhesivos de esto tipo de accesorios son muy resistentes. Están realizados para asegurar el mantenimiento del adhesivo en el tiempo y en ambientes muy húmedos. Generalmente las rejillas están disponibles en diferentes tamaños de acuerdo con lo que se quiera poner. Antes de instalarlos en la pared está bien evaluar la altura de la instalación. Es necesario considerar la medida: de la rejilla o que el contenedor tiene para ser fácilmente accesibles por todo los posibles usuarios de la ducha. No tienen que ser instalados ni a una altitud muy baja ni a una altitud excesiva. Además de los contenedores con adhesivo, en el comercio existen también contenedores con taladro. Se trata, de rejillas de diferente tamaño con la clásica instalación a través de taladro con tapo. Las rejillas son los mejores contenedores cerrados, porque favorecen la higiene. Los contenedores cerrados normalmente acaban reteniendo residuos de agua y champú/jabón que se depositan en el fondo. Las rejillas en contra, no recogen el agua y se mantienen siempre fácilmente limpiadas.
En el caso que en la casa viva una persona mayor o cuando la ducha es resbaladiza, se puede instalar en la pared las asas de seguridad en acero. Dependiendo de cada necesidad de seguridad se pueden colocar una o dos asas en puntos estratégicos. De este modo podemos estar tranquilos. La cabina de ducha es un espacio con riesgo de caídas y fracturas. Es suficiente un mal movimiento para poder resbalar o caer. Las asas se instalan en la pared con unos simples taladros o se pegan a través de una lámina adhesiva, resistente al agua y a la humedad.