Todo baño que se respete tiene un espejo, generalmente situado sobre el lavabo. Es un elemento muy útil, que debe ser elegido con cuidado, un componente de la decoración que viene adaptado a cada estilo, clásico o moderno. Hombres y mujeres lo utilizan todos y cada uno de los días y cada vez más. Para lavarse los dientes, para afeitarse, maquillarse, peinarse, arreglarse el pelo, confirmar que todo esté en orden antes de salir.
La estancia del bienestar
En la casa moderna el baño está convirtiéndose en una estancia importante. Un tiempo fue solamente un sitio de paso, necesario, de servicio. Los arquitectos de hoy, en cambio, están transformando este espacio en una verdadera estancia dónde cuidarse, mimarse, estar bien y relajarse: funciones por las que el espejo desempeña un papel de gran relieve. El espejo, básicamente refleja la imagen que de otra forma deberíamos imaginar solamente y nos ofrece confirmaciones importantes. En un espacio reducido, permite el predisponer los gestos cotidianos que sirven para realmente sentirnos a punto. Elegir el espejo del baño es bastante simple, lo importante es decidir las características que mejor lo conforman justo al gusto personal.
El espejo más apto
¿Cuál es, entonces, el espejo más apto? La respuesta, naturalmente, varía de persona a persona. Un elemento a considerar, en todo caso, es que para realmente sea funcional, el espejo no debe limitarse a devolver nuestra imagen y tiene que también ser suficientemente funcional para organizar todos los instrumentos, las cremas y las lociones que nos ayudan con regularidad a estar más en forma. En la práctica, entonces, el espejo tiene que tener múltiples funciones, servir para objetivos diferentes, ayudar a alcanzar objetivos concretos. Las proporciones son esenciales. El espejo, no tiene que ser demasiado grande, pero tampoco demasiado pequeño con respecto de las dimensiones de la estancia dónde debe ser instalado, de la parte dónde está destinado a ser colgado y del lavabo que la mayor parte de las veces está situado bajo de él.
Bonito y funcional
La solución óptima podría ser elegir un espejo que tenga formas qué se adapten al resto de la decoración del baño pero que, al mismo tiempo, sea bonita y funcional. Mejor por lo tanto que tenga una repisa o un pequeño armario para poder reponer todas las cosas que nos sirven cada día como cepillos, afeitadoras, artículos de belleza.
Cuestión de forma
El espejo puede tener una forma cuadrada, apta para cada tipo de lavabo, aunque encastrado dentro de un mueble. A este se pueden acercar paneles de madera con repisas para objetos. Se trata de una solución simple y lineal perfecta para un estilo clásico y también para un entorno moderno. Un tocador redondo o bien ovalado puede ir, pero en este caso hace falta tener presente que la forma iría un poco en detrimento de la función. Un espejo de líneas curvas, en efecto está destinado a contar con una visión más limitada. Quien desea un elemento particularmente original puede elegir en cambio un espejo de formas irregulares. Lo que cuenta, en cambio, es que esté bien integrado, armónico con el estilo y los colores de los otros muebles presentes en el baño.
Perlas de la tecnología
También los espejos de baño han sido mejorados por la oleada de innovaciones de la ciencia. En el mercado, en efecto, se encuentran modelos bastante elaborados con mecanismos integrados como sistemas anti-vaho, iluminación propia y hasta relojes. Se tratan de pequeñas perlas tecnológicas, “estilosas” a lo sumo, un verdadero plus para quien quiere que su casa sea modelo de estilo.
Eco-amigo y de tendencia
De seguro, en la elección del espejo de baño, lo más de tendencia es tener un cuidado por el respeto del medio ambiente. Por ejemplo, optar por lunas ecológicas, fáciles de reciclar o las luces led que con un más bajo consumo por consiguiente, contaminar menos, por no hablar del complejo reciclaje de las clásicas lámparas fluorescentes. La iluminación led es cada vez más una opción con una fuerte ventaja sobre la cuestión estética, que elimina los antiestéticos puntos lumínicos, debido a sus avances y calidez lumnínicas.
Enriquecer todo el baño
Un espejo elegido con atención es capaz de enriquecer todo la estancia de baño, aportando armonía, funcionalidad y elegancia. Para tener un elemento original es posible optar por la opción de enmarcado con diferentes tipos, formas y materiales, de época, moderna, de madera o bien de metal brillante. Con algún toque extra la estancia aparecerá más grande y dotada de una nueva luz. Teniendo en cuenta el color de las paredes y de los muebles se pueden producir efectos notables. Si, por ejemplo, el baño es todo blanco, mejor elegir un espejo cromado y brillante que pueda hacer resaltar la tonalidad de las paredes. El espejo, en efecto, reflejará la luz de las paredes claras y dará al espacio un efecto de mayor amplitud. Una perfecta solución para un baño de pequeñas dimensiones. En caso de paredes con tonalidades, el tipo de espejo y el marco pueden variar para conseguir los resultados más adecuados en términos de luz y de espacio.